La Consultoría como motor de cambio
por Orbe
En Chile no son pocas las materias que requieren modernización y actualización. Eso queda en evidencia cada vez que se proponen iniciativas de proyectos que escapan un poco de la rutina o lo normal, y se adentran en modelos, formas, ideas o espacios nuevos.
En este sentido, la consultoría, como acompañante del desarrollo de proyectos, se enfrenta permanentemente al desafío de encontrar las metodologías, los fundamentos y los conceptos apropiados para representar, evaluar y sancionar los proyectos para avanzar un poco más hacia nuevas formas y planteamientos que resuelvan los nudos y vacíos que van quedando en la trama burocrática de las normas y autorizaciones estatales.
Cada vez que sale adelante un proyecto, deja en el camino un cúmulo de experiencias, generalmente positivas, tanto para el titular del mismo, como para las autoridades que participaron del proceso. Estas experiencias, no obstante, suelen no ser registradas más que en la memoria y celebraciones de los interesados, y se pierden en el caso particular, hasta que otro, nuevamente, se encuentra con el paso del tiempo enfrentado el mismo problema. Las experiencias particulares sobre temas de aplicación general no se capitalizan en diagnósticos que permitan a la autoridad, a lo largo del tiempo, remozar o modificar sus procedimientos y normas, lo que constituye una pérdida de un capital extraordinario de aprendizaje.
Muchas experiencias, positivas o negativas, dan cuenta de un fracaso en la implementación de tecnologías y procesos no sólo amigables con el medio ambiente, sino que cada vez más necesarios y que, en la medida que quedan perdidas en el registro de un proceso particular, no permiten levantarlas, revisarlas y discutirlas.
La consultoría ambiental y los organismos del Estado que participan de los procesos de evaluación, deberían anualmente dar cuenta de las dudas y dificultades que les haya ocurrido en la inteligencia y aplicación de las leyes, y de los vacíos que note en ellas. El medioambiente lo agradecerá.
Andalué Ambiental S.A.