En el desafiante escenario del norte chileno, donde megaproyectos industriales coexisten con frágiles vestigios arqueológicos, conversamos con Javiera Arriagada, Jefa de Arqueología de ORBE, sobre su experiencia gestionando este delicado equilibrio.
La profesional detalla casos emblemáticos, innovaciones técnicas y los aprendizajes clave de trabajar en entornos extremos.
Como jefa de arqueología de Orbe, ¿podría compartir cuál ha sido el proyecto más complejo que han ejecutado y cómo su equipo superó los principales desafíos técnicos y logísticos?
¨Uno de los proyectos más complejos en términos de procesamiento de datos levantados en terreno y gabinete, correspondió al estudio preliminar para el levantamiento de línea de base arqueológica y patrimonial de Coya Sur, comuna de María Elena, de SQM, para el cual se debía prospectar un total de 4.500 ha. Esta prospección tuvo desafíos tanto logísticos como técnicos, ya que los primeros días de inspección visual, la cual fue mediante transectas paralelas cada 50 m (distancia máxima aceptada por CMN en áreas con buena visibilidad), nos percatamos de la gran cantidad de hallazgos arqueológicos en superficie, los que superaron las expectativas proyectadas a partir del levantamiento bibliográfico previo del sector. Era tanta la abundancia de restos arqueológicos dispersos en superficie que no eran posibles de registrar en el tiempo proyectado para la ejecución del estudio, presentando el primer desafío en cuanto a cómo enfrentar en recursos de tiempo y económicos los días adicionales que significaba llevar a cabo el registro de los hallazgos.
Respecto a los desafíos técnicos, el principal fue evaluar la forma en cómo se presentarían los resultados de los hallazgos que tenían una cronología que abarcaba el período prehispánico hasta el histórico, principalmente asociado a las actividades salitreras del sector, y en cómo se analizaría su distribución espacial dentro del área del proyecto para definir sectores de menor y mayor abundancia de evidencias arqueológicas a partir de los cuales proponer sectores que tuviesen un menor impacto de las obras del futuro proyecto sobre los bienes patrimoniales identificados.
Como equipo creo que resolvimos de buena manera ambos desafíos, disponiendo de todos los recursos que se encontraban a nuestro alcance para poder cumplir con el registro de los hallazgos identificados y con el trabajo en conjunto de diversos especialistas dentro de Orbe para poder sacar adelante la entrega de manera oportuna y de calidad de los resultados levantados en terreno y de las medidas propuestas para abordar el patrimonio arqueológico identificado.¨
¿Qué técnicas innovadoras ha implementado Orbe en sus prospecciones arqueológicas que hayan marcado diferencia respecto a métodos tradicionales?
¨Hasta el momento no nos ha tocado utilizar técnicas innovadoras en los diversos proyectos tanto de prospección superficial como de caracterizaciones y rescates arqueológicos, ya que los métodos para abordar estos estudios se basan principalmente en los métodos tradicionales.
Sin embargo, actualmente se están incorporando dentro de los estudios arqueológicos varias técnicas que ayudan al registro y a la entrega de resultados, como la utilización de Dron y otras tecnologías para levantamientos aerofotogramétricos de estructuras, proyección, digitalización e impresión en 3D de objetos arqueológicos y otros rasgos relevantes como restos bioantropólógicos, fogones u otro tipo de actividades humanas del pasado.¨
¿Podría relatarnos alguna experiencia destacada donde el trabajo arqueológico de Orbe generó un impacto positivo en la valoración patrimonial por parte de comunidades locales?
¨Hasta el momento no nos ha tocado un trabajo colaborativo con comunidades locales, sin embargo, es interesante comprender la arqueología como ciencia social que busca como herramienta de protección del patrimonio arqueológico la difusión a la comunidad mediante distintos medios como: trípticos, folletos, exposiciones, libros, comics, juegos, museos móviles, entre muchas otras posibilidades para acercar a la gente con su pasado. Mucha de estas formas de difusión, que forman parte principalmente de investigaciones científicas como FONDECYT o FONDART, se han vuelto parte de compromisos ambientales voluntarios dentro de proyectos sometidos a evaluación ambiental.¨

Mirando hacia atrás en su trayectoria con Orbe, ¿Cuál considera que ha sido la contribución más significativa junto a su equipo?
¨Creo que, dentro de mi trayectoria en orbe, que son recién 4 años, ha sido principalmente una contribución a mi misma por el enorme aprendizaje que he tenido tanto profesional como humano y de la excelente reciprocidad en entrega de conocimiento con otros especialistas que forman parte de los diversos estudios en los que he participado.
Específicamente en relación a lo arqueológico, creo que la mayor contribución ha sido plantear, proponer y justificar técnicamente nuevas medidas en cuanto al % de rescate de distintos sitios arqueológicos, lo que ha permitido armonizar el interés por la protección del patrimonio arqueológico como el desarrollo de los proyectos, minimizando el tiempo y los recursos que conllevan llevar a cabo excavaciones de rescate en terrenos de grandes extensiones superficiales.¨
¿Qué estrategias garantizan el rigor científico cumpliendo plazos ajustados?
¨Considero que la mejor estrategia es el trabajo colaborativo y respetuoso entre todas las partes que participan de un proyecto, escuchando las experiencias y opiniones de los distintos especialistas que trabajan en el registro y rescate de distintos sitios arqueológicos, así como en la gestión y organización para levantar trabajos en terreno que implica la contratación de diversos profesionales y técnicos, así como servicios que permiten su ejecución. Además, considero fundamental una buena organización y comunicación de las distintas actividades y etapas de un proyecto y por sobre todo el compromiso y la calidad tanto en la ejecución de los trabajos como en la elaboración y entrega de los resultados.¨
“Tuvimos que reinventar nuestra metodología ante la abundancia de hallazgos en Coya Sur. Lo que comenzó como una crisis logística se convirtió en un modelo replicable para gestionar patrimonio en contextos industriales.”
Javiera Arriagada