El año pasado, Brasil y Colombia experimentaron una notable disminución en los índices de deforestación, gracias a las medidas reforzadas para proteger la Amazonía adoptadas por los líderes de ambos países. Esto contribuyó a un descenso modesto en la pérdida global de bosques tropicales a partir de 2022.

En Brasil, la pérdida de bosque primario disminuyó un 36% en 2023 en comparación con el año anterior, alcanzando sus niveles más bajos desde 2015, según datos publicados por la Universidad de Maryland y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI). Por su parte, en Colombia, la pérdida de bosques casi se redujo a la mitad.

Estas mejoras se atribuyen en gran medida a cambios en el liderazgo político que han priorizado la protección del medio ambiente en ambas naciones. Desde que asumió el cargo nuevamente el año pasado, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha trabajado para revertir los aumentos ocurridos durante el mandato de su predecesor, Jair Bolsonaro, como parte de los esfuerzos por posicionar a Brasil como líder en la lucha contra el cambio climático. Mientras tanto, en Colombia, el presidente Gustavo Petro ha implementado políticas de conservación más estrictas.

A nivel global, se perdieron 3,7 millones de hectáreas de bosque tropical primario el año pasado, lo que representa una disminución del 9% desde 2022. Sin embargo, estas pérdidas siguen siendo altas en comparación con hace una década, ya que los aumentos en países como Bolivia, Laos y Nicaragua compensaron las reducciones en Brasil y Colombia.

Mikaela Weisse, directora de Global Forest Watch del WRI, señaló que si bien las reducciones en la Amazonía brasileña y Colombia son alentadoras, el aumento de la pérdida de bosques en otras regiones contrarresta en gran medida este progreso.

Fuente: National Geographic