El área de Comunidades trabaja en la gestión del vínculo entre las empresas, el Estado y la comunidad, en un escenario a nivel país, que dice que los conflictos socioambientales se han multiplicado y extendido a lo largo y ancho del territorio nacional en los últimos años.
¿Cómo podemos vincularnos con el medio humano en medio de uno de estos conflictos socioambientales? Javiera Luco, jefa del Área de Comunidades, nos cuenta sobre las técnicas que están llevando a cabo con su equipo, para poder relacionarse con la ciudadanía, que pareciera estar más informada y empoderada que en el pasado.
“Nuestra misión es poder evaluar potenciales impactos sobre «Los sistemas de vidas y costumbres de los grupos humanos». En general, nuestro trabajo tiene que ver con estudios de impacto ambiental, pero también generamos estrategias sociales de acuerdos de compromisos para viabilizar los proyectos”.
Según Javiera, en primera instancia se genera una línea base de información, donde se hace una “caracterización de sistema de vidas y costumbres de los grupos humanos. Ahí buscamos levantar la información sobre el proyecto, donde está ubicado, de que tipo es y como este podría afectar a los grupos humanos.”
“Pero para eso, nosotros debemos sacar una foto de cómo era la situación en el lugar antes de ejecutar un proyecto” indica Javiera Luco, indicando acciones como:
- Como se comportan socioeconómicamente
- Donde trabaja
- ¿Hay hospitales?
- ¿Hay costumbres y festividades?
- ¿Cuántos hombres y mujeres hay?
“Para saber esa información, hacemos una investigación previa, consultando en informes como los CENSOS o los PLADECOS, pero para saber más detalles, estamos en terreno conociendo a las personas. Generalmente hacemos viajes etnográficos, donde conversamos con la gente y también identificamos lugares comunes como hospitales, colegios, bombas de bomberos, etc.”
Junto con eso, Javiera indica que actualmente no trabajan directamente con un entre gubernamental directo aparte del SEA, pero que a nivel de información se apoyan en entes como la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena), para obtener datos sobre comunidades indígenas que puedan estar ligados a las zonas donde estén trabajando.
“Para conocer esta información hacemos entrevista a la misma gente para conocer estos datos, donde antiguamente hacíamos 10 entrevistas, y ahora estamos haciendo alrededor de 50 entrevistas, todo para detallar más el levantamiento de información”.
Sin embargo, Javiera agrega que, en muchos casos no solo se requiere este tipo de información de caracterización para el proyecto, sino también que se llegue a ciertos acuerdos con los actores con una participación de conciliadores como área.
Participación ciudadana y Acuerdo de Escazú
“Yo llevo 20 años trabajando con el medio humano, y la cosa ha cambiado muchísimo y está más complicado porque la ciudadanía tiene cada vez más información y está cada vez más empoderada” dice Javiera Luco.
Sin embargo, Javiera indica que la estrategia principal del área es reconocer a los stakeholders o partes interesadas y trabajar a la par con ellos, pero que también “con una herramienta como el Acuerdo de Escazú, se pone en evidencia lo que está cayendo por su propio peso: los proyectos requieren una información previa y la participación ciudadana temprana, donde se incentive a la participación de los ciudadanos”.
El Acuerdo de Escazú es el primer tratado sobre protección ambiental de América Latina y el Caribe y el único en el mundo que protege a las personas defensoras del medio ambiente, garantizando la participación significativa de todas las personas interesadas en los procesos de toma de decisiones ambientales.
Javiera Luco declara que “muchas veces los clientes no quieren generar bulla ni dar información sobre los proyectos, pero lo que se ha aprendido durante los años, que para el proyecto es mucho más beneficioso tener instancias previas informativas”.
Desafíos
Javiera Luco, jefa del área de Comunidades de ORBE, indica que como desafíos para este año tienen dos: una práctico y uno ambicioso.
Como la cantidad de entrevistas ha aumentado y cada una puede llegar a durar 2 horas, Javiera nos cuenta que “el área comenzó a usar un software para transcribir y analizar las entrevistas que hacemos y así poder visualizar la información necesaria de forma más rápida”
Pero a nivel ambicioso, Javiera declara “nuestro gran propósito del año para el área es buscar ser mediadores dentro de la ciudadanía y entrar al relacionamiento comunitario, para así buscar resoluciones de conflictos entre la gente, y así no solo ser evaluadores ambientales”.

Héctor San Martin
ORBE AMBIENTAL & LEGAL. Uniendo más de 30 años de experiencia en el área ambiental para ofrecer una asesoría integral y estratégica para el desarrollo de proyectos y nuevos desafíos de sustentabilidad.